Es hielo abrasador, es fuego helado,
es herida que duele y no se siente,
es un soñado bien, un mal presente,
es un breve descanso muy cansado.
Es un descuido que nos da cuidado,
un cobarde con nombre de valiente,
un andar solitario entre la gente,
un amar solamente ser amado.
Es una libertad encarcelada,
que dura hasta el postrero parasismo,
enfermedad que crece si es curada.
Éste es el niño Amor, éste es tu abismo:
mirad cuál amistad tendrá con nada
el que en todo es contrario de sí mismo.
Este poema de Quevedo lo he escogido porque te explica que es el amor, que es bonito, pero a veces te hace mal, y si te pasas en exceso, puedes dejar a los tuyos por tu amor, y eso no es bueno, siempre tienes que compaginarlo, y eso es lo que nos explica Quevedo en su poema.
Francisco Gómez de Quevedo Villegas y Santibáñez Cevallos (Madrid, 14 de septiembre de 15801 – Villanueva de los Infantes, Ciudad Real, 8 de septiembre de 1645), conocido como Francisco de Quevedo, fue un escritor español del Siglo de Oro. Se trata de uno de los autores más destacados de la historia de la literatura española y es especialmente conocido por su obra poética, aunque también escribió obras narrativas y obras dramáticas.
El tema es el Furor amoris, ya que, explica que el amor a veces, te hace evadirte de la realidad y dejar todo a un lado.
Esta poema me recuerda a la canción ''El amor es un arte'' de Melendi, ya que este, en su canción, explica que el amor no es algo material, sino que es un arte, y que el amor no se mide, sino que es un arte.
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